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Desiertos
Por Eliane Mariz.
El desierto, ¿qué significa?
El desierto es un lugar de una multitud de problemas y delirios.
De miedos, dilemas y riesgos.
Es un lugar de peligros ocultos, de los extremos, desde del frío al caluroso calvario.
Lugar de sueños que se hacen realidad,
O ilusiones que parecen ser verdades.
De dolor, de ardor, de intensidad.
Un lugar de sed de lo que se necesita.
Y de hambre de lo que es indispensable.
Es un lugar de aprendizaje, dificultades, pruebas y errores.
Un sitio donde uno puede sentirse perdido
Sin saber qué dirección seguir, sin saber hacia dónde caminar.
Es el lugar de la tristeza y de la superación
Lugar de palabras escasas, de la ardiente soledad.
Dónde no se mira muchos de los frutos del trabajo de nuestras manos.
El desierto es un lugar de paso y no una vivienda agradable
El desierto tiene la función de ser una escuela de culto.
Pero si no tenemos cuidado él puede transformarse
y convertirse en un cementerio para los cristianos.
El desierto es un lugar de centrarse en la meta, para avanzar hacia el objetivo.
No hay lugar para el "juego", ni puede desviarse de la ruta
Porque del contrario, el peregrino puede perder el sentido correcto
Y no más encontrar el camino recto.
De todas las maneras, el desierto es sólo una peregrinación.
Triste Gemido
Tanto tiempo yo caminé en círculos viviendo una triste rutina.
Herido no podía correr.
En medio del desierto me vi obligado a moverme lentamente.
Pero un día mis oídos oyeron algo más que mi triste gemido.
Sus palabras fueron como un medicamento que curó mi corazón herido.
Jesús, conozco el dolor de tu ausencia.
Y sé muy bien que sin tu presencia no vale la pena mi existencia.
Tú eres como el aire que respiro y que tanto necesito.
Por favor, no me quite el Espíritu Santo.
Porque tú eres el aliento que me mantiene vivo.
Mientras lloraba amargamente la caída que yo misma busqué,
Estaba encarcelada por el dolor que torturaba mi alma.
Pero un día mis oídos oyeron
Algo más que mi triste gemido.
Tus palabras fueron como un medicamento que curó mi corazón herido.
Tentación
Tentación. ¡Que intenta la acción!
La tentación es lo que me pone en una encrucijada,
Y el sentido que mis pasos deben ser guiados,
Es el opuesto de la dirección que ellos son tentados.
Dos mundos opuestos ante mis ojos:
Un claro y el otro... ¿quizás podría venir a tornarse aurora?
La aurora de mis sueños, sueños de un futuro brillante
Donde pasos seguirían juntos rumbo al horizonte.
Y en la oscuridad habría una chispa ardiente
Que iluminaba y nos mostraba un camino seguro
¿La aurora de mis sueños?
Por si acaso, ¿soñé con un amanecer rompiendo la noche?
Corazón, por si acaso, ¿no sueño con un día soleado ya?
¿Con un brillante cielo y sus estrellas?
¿Con la luna y su brillo?
Sí, soñaba con la luz, es mi destino.
¿Ve el amanecer a su lado? ¡Dime, corazón!
¿O es mi destino ser vista a la luz del sol por otra persona?
Mientras esperas romper tu amanecer.
De todos los modos tengo sueños iluminados.
¿Yo quería o no vivirlos a tu lado?
¡Me encuentro en medio de una confusión!
De todos los modos tengo los mismos sueños iluminados.
¿No es eso mismo, corazón?
Proseguir
Estoy en el medio del desierto intentando encontrar
el sueño que estoy buscando.
Cansado y herido estoy
doloroso es mi caminar.
Mi corazón desea parar
cuando la debilidad empieza a gritar en mi alma.
Pero cuando miro hacia atrás, no quiero más volver
Y aunque con pocas fuerzas, mi sueño yo quiero encontrar.
A cada paso me aproximo de mi límite.
Mis pies cansados son tentados a desistir,
Pero en la debilidad nace una fuerza que de Dios viene a mí.
Él es mi fuerza que me lleva a proseguir
Rumbo al sueño que estoy buscando
Sueño que voy a realizarlo.
¿Por qué me has desamparado?"
Tengo tantas marcas en mi alma
¿Dónde estabas cuando yo era atacada?
¿No me oía cuando afligida yo te llamaba?
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
Yo lloré contigo.
Los cielos escucharon mis gemidos.
Me acordé de tu Hijo
Que brutalmente había sido herido.
Y así como te he pedido
Fuerzas para proseguir, me has dado.
Aunque intenten matar mis sueños, confío en ti.
Nadie podrá impedir mis proyectos.
Así como Cristo, yo fui odiada.
Pero cómo él, voy a sonreír.
Con vosotros estaré
Cuando tus fuerzas disminuyen o terminen.
Contigo estaré y con mi gracia te sustentaré.
Cuando el mal venir paralizarte, solamente cree y no tengas miedo
Porque contigo estaré.
Y nunca te abandonaré
Mientras esperas, estoy trabajando a tu favor.
Confíe y espere en mí el tiempo que sea necesario
Y te levantarás con alas y volarás en las alturas
Como vuela el águila.
Cuando tu alma esté cansada y abrumada
Ven a mi presencia.
Y descanso ella recibirá.
Yo puedo entender tus debilidades
Y voy a ayudarte a superarlas.
Nada me faltará
Cuando las puertas se cierran
Y por más que yo llame ellas insisten en no abrir.
Cuando mi deseo es avanzar
Y un viento contrario lucha para impedirme.
Tengo que creer mismo que no vea
Porque el Señor es mi pastor y nada me faltará
Él trabaja a mi favor
Mientras tengo que esperar.
Él es Jehová Jireh que no me abandonará
Y todo lo que necesito él me proporcionará
Tengo que creer mismo que no vea
Creer que la victoria vendrá
Tengo que creer que las ventanas de los cielos para mí se abrirán
Y confiar que mis necesidades mi Pastor suministrará.
Se entregó
A cada paso suyo
era un paso que yo
daba en dirección a los brazos de Dios.
Cada lágrima que corría de tu mirada
Era una gota de amor derramada en mi favor.
De brazos abiertos
Se entregó
para que yo no esté lejos.
Me perdonó
y en su cuerpo están las marcas de mi salvación.
Y ni la muerte,
Ni el mundo,
Ni el pecado,
Ni los hombres,
Ni los dolores,
Ni la cruz,
Pudieran matar su amor por mí, Jesús.
Mi corona
Aunque vengan detenerme en las cadenas
Y me vea rodeada de lazos
Aunque enfrente a los leones
Y sea entregada en manos de pecadores.
Aunque tu Espíritu me lleve al desierto
Para que sea tentada por mi oponente
E incluso si me meten en el horno,
Para que mi fe sea refinada como la plata y el oro.
Que no detengan mi alabanza,
Que no maten mi amor por Ti,
Que no roben mi corona,
Ni destruyan mi esperanza.
Mismo que los ejércitos me rodeen
Y que las rocas me salgan bien
Abre mis ojos para que pueda ver
Que es mayor el que está conmigo.
Incluso enfrento a la cruz
Acuérdate de mí cuando venga tu reino.
Y que en tus manos encomiende mi espíritu
Para que pueda estar contigo en el paraíso.
Que no detengan mi alabanza,
Que no maten mi amor por Ti,
Que no roben mi corona,
Ni destruyan mi esperanza.
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